miércoles, 23 de diciembre de 2009

No posar por favor

Cómo huír de las poses, si cuando te das cuenta de que estás posando, comienzas a actuar natural, lo cual termina siendo otra pose más.
La lenta metamorfósis de un hombre a una máquina comenzará desde antes que nazca, y no concluirá con la muerte.
Qué es el miedo? De dónde proviene? Cuándo no hay nada que temer?

Recuerdos de un sueño

Navidad, navidad! escucho desde mi alcoba, mañana será navidad, me duermo con el corazón saliéndose de mi boca, una descarga interminable de adrenalina, pienso e imagino, leo un rato, y vuelvo a imaginar, hasta que me duermo... En el sueño, estoy en una cabaña en ninguna parte, miro el rojo cielo y las nubes con formas amenazantes, una sombra aún más oscura avanza rauda sobre los cielos, la observo y concentro mi mirada, de pronto noto como un escalofrío recorre mi cuerpo, el sueño de muchos es mi pesadilla, Santa Claus dirige a su terrible trineo adornado de calaveras con sus renos cadáver, ¿qué regalos trae? abominables formas, payasos salidos de una película de terror, bombas, arañas, agujas, uno tras otro los tira hacia mí, corro y me escondo en la cabaña, pero tendría que ser un estúpido como para creerme a salvo en mi propio sueño, el techo se desvanece, y las paredes se habren, maldigo a la casa por su mala voluntad y huyo nuevamente, trato de escapar, pero siento que mis piernas me van a fallar, él ente de mi pesadilla saca un par de instrumentos de muerte y me ataca, me doy vuelta para enfrentar a mi agresor y veo su rostro, es algo que va más allá de mi imaginación, una forma que ni siquiera puedo describir y que no recuerdo, pero que me hizo entender que no tenía salida, ahí terminaba todo, de pronto, el suelo me traga y caigo en un abismo rojo y negro a la vez, un agudo pito comienza a aguijonearme la cabeza, despiérto sobresaltado, y vuélvo a caer dormido.

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Cuando cierro los ojos, y relajo los sentidos, bizarras imágenes se agolpan en mi mente y me invaden por completo, sonidos desesperantes de tonos irregulares y agudos, conformando una irreal pero muy dolorosa sinfonía, y esa sensación que no me deja dormir, un sutil y persistente dolor, en ocaciones casi imperceptible, arrastran mi agobiada mente hasta el borde de la deseperación, me levanto de mi cama en la completa oscuridad, pero el cansancio me vence rápidamente, caigo de nuevo a la cama, y la causa de mi locura vuelve, así continúo hasta que por fin todo se desvanece, cuando por fin mi mente se duerme.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Aunque la lluvia sea de magnitudes bíblicas, aunque el frío haga crujir los huesos, aunque las nubes tapen el sol, si hay risas, felicidad y energía, tu día brillará de todas formas.

Fantasía aleatoria

En ese momento miro al cielo

estoy en el suelo

trato de subir al arco iris una vez más

estoy a punto de llegar a las nubes

ya casi

el arco iris se rompe

Caigo por varios minutos

me reciben los árboles y las setas gigantes

un elefante se me acerca y me habla

pero no le entiendo todo lo que dice

pirañas nadan por un largo río

yo las sigo

llego a una posada

pido dos cervezas

una para mí, y otra para el tipo que me apunta con una pistola en mi cabeza

le pregunto al cantinero ¿para qué vivir si terminó el sueño?

no me responde, sólo me mira

y señala algo en el horizonte

busco ese algo pero no lo encuentro

llego a una ventana

y miro al exterior

llueve

preguntó a un viejo

¿señor, siempre llovió?

el viejo me responde que sí

solamente que ahora te das cuenta

termina el sueño.

Recuerdos

Me están llevando en una camilla a travéz de un pabellón muy largo, las paredes son verdes, y el techo es café claro, cinco o más personas me miran desde lo alto, hablan en voz alta, llevan guantes y me palpan el pecho de vez en cuando, estoy muy enfermo, las paredes comienzan a deshacerse a medida que el recuerdo se hace más borroso, me llevan a un cuarto, el recuerdo termina.
Sin nada de valor, desligado de las barreras de la sociedad, libre de la responsabilidad, vuelo por cielos de ensoñación, soy feliz en ese rincón del mundo, en ese mundo en un rincón.

Entre sombras

La oscuridad era tal que podías cortarla con la mano, me dirigía hacia alguna parte, no estaba muy seguro, de lo que sí estaba seguro era que el apagón estaba durando demasiado. Avanzaba y avanzaba, a veces tanteando el suelo, otras pegado a las murallas, no se oía nada. Las personas, si es que habían personas, no emitían ningún ruido, estaba comenzando a asustarme, tanta oscuridad, tanto silencio, y sin embargo nada de calma, el aire pesaba, y yo, fatigado, seguía avanzando y respirando aquel espeso hedor a miedo y cansancio. En mi frágil mente se agolpaban imágenes confusas de situaciones sin sentido entre sí. Estaba enloqueciendo, mis peores temores cobraban vida frente a mis ojos, criaturas deformes, agujas, pero por sobre todo, aquél miedo invisible, fiel espejo de mi paranoia, me trastornaba hasta el borde de la razón. De pronto la luz vuelve, todo se ilumina y las criaturas desaparecen, de mi espalda se sueltan mil cadenas invisibles, me libero, caigo al suelo y respiro de nuevo.

martes, 17 de noviembre de 2009

El aguamiel chorrea en la mesa mientras un hombre de abundante y espesa barba se ríe estrepitósamente -Tráiganme más, tráiganme más-, no es extraño que tenga su público, la gente se amontona a su alrededor, gritan y patean, y se ríen a más no poder, ebrios en una bacanal medieval rememoran todos sus males, algunos lloran y otros ríen, pero todos se abrazan. El aguamiel va y viene.

Introvertido

Discúlpa, pero la puerta está cerrada por dentro... y con candado.

Soñando

Por más improbable que sea algo, el sueño lo hace real.
¿Quién inventa los viejos chistes?

Little Chat

Hola parquímetro, -Hola-.
En lo alto de la torre miro el escenario de la vida, las personas viven tranquilas, ya no hay guerras, ya no hay armas, ya no se mata, no se pelea, no se contamina, no se insulta. Hago una mueca, los envidio.
Bajo y me acerco a la gente, insulto a alguien por la espalda, injurio y maldigo, sólo faltaba una pequeña chispa.
Vuelvo a subir, miro y me rió, vehículos se estrellan entre sí, la gente grita y se empuja, nuevamente estalla una guerra, la muerte se ha unido al caos, aplaudo y sonrio.
La calle está plagada de gente que se arremolina como un desquiciado enjambre, avanzo rápidamente, miro en todas direcciones, ya no sé qué hacer, alguien cruza la calle corriendo, una anciana llora en una esquina, niños gritan, mis vista se nubla y mis oídos no escuchan, ¡Que miseria, que miseria!, corro con desesperación, grito lo más fuerte que puedo, me pego a la pared, caigo al suelo, mis sentidos comienzan a desaparecer, la gente camina y camina.
Te miro, estás muriendo. Tus péatalos ya no florecen, tu cuerpo se ha marchitado. Mueres frente a mis ojos pero nada puedo hacer. Me susurras palabras que nadie más puede oír, te miro y te sonrio, estás inmóvil al igual que yo. Sigues muriendo y yo sigo mirando, siento que la vida se escapa más veloz de lo que en un principio aparenta. ¿Qué esperanza queda?

domingo, 1 de noviembre de 2009

Ironía de la guerra

In peace, sons bury their fathers. In war, fathers bury their sons.

Dios se fué de parranda y mientras...

Lucy Fernanda
cayó desde su baranda...

La odisea púrpura

Estamos flotando en un río púrpura que no va a parar, salto a un costado y me enredó en una flor, me miran las jirafas con caras de "pobre weon", me río y exploto en una lluvia multicolor. Floto una vez más, solo que ahora ustedes son muchos más, me subo a un huracán que me lleva hasta el altar de la antigua tortuga, la cual me explica que, por cada arruga, he de saltar sobre la cama del gran titán. Salto una y otra vez, el titán me mira y me dice -hey, si no la cortas, yo te mataré- lo miro con incredulidad pero confío en sus palabras, saco una navaja y me dispongo a cortarla. El titan grita y me dice -Torpe, que me la has cortado y ya ni veo- lo miró y horrorizado escapo de aquél desastre, pero un gran pájaro me empuja y caigo al mar. Nado contra los peces, pero se juntan para hacerme ahogar, grito y grito pero nadie llega, me sumerjo para que alguna sirena me rescate, pero una gorda ballena acude en mi ayuda, la abrazo y le digo, no importa que seas fea, para mí eres toda una sirena, llego al río púrpura una vez más, otra vez floto, y ustedes son más.

La tía gorda

Mi pequeño, pero que grande estás, veo que has comido bien.
Gordo no estás, pero ser flaco está de más, créeme, tu tío Sarnatán,
más flaco que un palo de billar, murió a muy corta edad, mientras que el gordo de Juan vive y aún da para más. También has aprendido a cantar, y supongo que a bailar, las muchachas te han de soñar, pero, pequeño, no las has de corresponder, puesto que aún te queda por aprender. Me voy, adiós y hasta otra vez, sé que al volver, un gran hobbit tu ya vas a ser.

El camino no tiene fin

Todos marchan en línea recta hacia un acantilado sin fondo...
Me llaman desde fuera
corro pero nadie me espera
pienso que la luna es fea
y no del todo buena
vuelvo a mi hogar sin ruedas
estancado en una noche eterna
duermo pero nunca sueño
despierto pero nunca siento
me llaman otra vez
mi rostro brilla, ¿no lo vez?
corro una vez más
me defraudo y no doy más
en el suelo me hecho a morir
la luna vuelve a sonreír
Un suave pero constante cosquilleo viaja desde mi estómago a mi cuello, pienso que es desdichado el que siente remordimiento... ¿Por qué no lo habré hecho? Soy acosado constantemente por preguntas que me golpean, y cuando pienso que todo está bien, que el sol me sonríe, vuelve como una tormenta con fuerzas renovadas para azotar las costas de mi cordura una vez más. Sé que puedo aguantar un golpe, quizás dos, tal vez todos los que vengan, pero los pilares que alguna vez sostuvieron mi mundo se deshacen, ¿Por qué?